VIAJE AL FIN DE LA INFANCIA

Para Fabien, aquel sería su día de gloria. Finalmente podría leer sus poesías frente a toda la clase. Ya se lo había anticipado su maestro de tercer grado, el señor Tannier: “vas a ser un gran poeta”, y lo que a Fabien más le gusta es la poesía. Pero ese día nunca llega, al menos no de la forma en que el niño espera. Para sus padres la gloria se encuentra en otro sitio. Un paraíso en la tierra, le explican. Un lugar lejano en donde Alá es grande y reina la yihad.

Pero el paraíso no es lo prometido. En Raqqah, Fabien debe morir. Ahora se llama Farid. Lo primero que se entrega es el nombre. Luego, el propio pasado. Atrás quedan los viejos amigos, y el señor Tannier. Todos ellos son kuffar, infieles, incluso los abuelos que lloran en Francia. Ya nada de lo que dice, piensa o hace es como debe ser. Por fortuna existe el fútbol y su nuevo amigo Abdel. También sus poesías y su mirada de niño.

Con un estilo a la vez lacónico y conmovedor, en Viaje al fin de la infancia Rachid Benzine narra el escalofriante descenso de la inocencia al corazón del fanatismo religioso. Este es un grito de denuncia hecho literatura.